Mousel
Vinieron a visitarnos mis padres y nos llevaron a un restaurante típico belga, de esos en los que sirven mejillones con patatas fritas (plato nacional belga, no os engaño) y delicias como el plato de riñones y mollejas que se pidió (y dejó, por supuesto) María. Mis padres pidieron vino pero yo vi una cerveza desconocida y no me pude resistir. Se llamaba Mousel y estaba riiicaaaa y fresssquiiiitaaaa.